Más acerca del libro
La cobertura mediática de íconos políticos como el Alcalde Giuliani, nos deja la impresión de que la violencia se reduce mediante el incremento del número de policías y prisiones, y más hombres americanos pobres, negros e hispanos. Más aún, los hechos muestran que la escalada de reclusos de un promedio de medio millón en 1970 a los 2.2 millones actuales, no tuvo un efecto significativo en beneficio de los contribuyentes o las víctimas - sólo 25% en el repliegue de los picos de la violencia en 1990 puede atribuirse al 400% del incremento de encarcelamientos.
En lugar de enviar más y más hombres jóvenes a prisión o empleándolos como policías, el autor, y su investigación, muestran que enfocándose en los problemas en una forma empática con la comunidad, ayuda mucho más a prevenir los delitos. Este oportuno libro ilustra, en conveniente detalle, qué es necesario hacer para prevenir los delitos y mantener a las personas fuera de prisión. Aquí, Waller muestra que empleando enfermeras del sector salud e invirtiendo en jóvenes en riesgo para que completen su escuela y proporcionándoles entrenamiento para el empleo, en mucho mejor que contratar más policías; prevenir la violencia familiar, prohibir el uso de armas, y poner a las instituciones de salud pública para que lidien con el problema de las drogas, salva más vidas que el confinamiento en cárceles; establecer vínculos con los vecinos cercanos para que velen por nosotros y un mejor diseño industrial, son más efectivos que los tribunales penales; así como una policía más sagaz y estratégica es mucho mejor que sólo una policía; o invertir en apoyo a las víctimas de delito y garantizar le efectividad de sus derechos, mayormente que sólo más retórica.
Waller no sólo analiza la ciencia de qué funciona de acuerdo a las pruebas de control aleatorio, toma las conclusiones para los políticos y tomadores de decisiones de tal forma que éstos puedan ver qué tipo de legislación y políticas públicas deben implementar para detener la violencia y respetar a las víctimas. Propone una ley que podría reducir los índices delictivos hasta en un 50%, disminuir la carga presupuestaria de más policías, jueces y prisiones hasta en la mitad, e invertir en servicios para la juventud, mujeres y vecindarios en riesgo.
El estilo conciso de Menos represión, Más seguridad hace del libro una lectura estimulante para lectores probados, sea en clubs, asociaciones, escuelas o universidades. Sus recomendaciones, listas para ser puestas en acción, fluyen a través de 189 páginas llenas de ejemplos probados que permitan a políticos, alcaldes y jefes de policía captar qué debe hacerse para detener la violencia.
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